¿Cómo organizar un ámbito saludable?
Extracto del libro Vivir el camino

El Diccionario de la Real Academia Española define “organizar” como ‘establecer o reformar algo para lograr un fin, coordinando las personas y los medios adecuados’; ‘Poner algo en orden’; ‘Hacer, producir algo’. Todas estas acepciones son válidas. Y suman. El hecho de organizarnos nos lleva sin más a un ámbito que no podemos descuidar en nuestra vida. Y la clave radica en el orden. No hay organización si no hay orden. El orden no es ni más ni menos que la correcta ubicación de los elementos para su máximo rendimiento o cumplimiento. Puedo tener los mejores jugadores del mundo, pero si cada uno no está en la posición correcta, mi equipo perderá efectividad, rendimiento y, quizá, no obtenga los mejores resultados. Saber organizarnos puede hacer que el ambiente comience a modificarse o que nuestra mirada cambie.
Para aprender a organizarnos, debemos crear y desarrollar un ámbito de orden. Para alcanzar el orden, debemos saber con qué elementos contamos y cómo administrarlos correctamente. Este es uno de los ejes más importantes en cuanto a la organización. Conocer los elementos con los que se cuenta. A veces, las personas no logran salir de sus ambientes y se estancan por una sencilla razón: se conocen poco a sí mismas. Saben muy poco acerca de lo que son capaces de hacer. Por consiguiente, les cuesta mucho descubrir el orden y la capacidad organizativa.
El conocer nuestros talentos y capacidades aumenta nuestra autoconfianza. Una autoconfianza sana nos vuelve muy organizativos. Todos tenemos capacidades, talentos y dones. El hecho es que no siempre nos animamos a descubrirlos y expandirnos en pos de ellos.