El miedo en los niños

Entrevista con la Lic. Lucila Bettin
blog_image

Entrevista a la psicóloga Lucila Betin

 

Aelem: ¿Cómo definirías al miedo?

 

L.B: El miedo es la emoción que viene por valorar que algo malo de avecina, y no creo poder soportarlo. 

 

Aelem: ¿Es común el miedo en los niños? ¿Cuáles podrías decir que son los principales miedos en los niños?

 

L.B: La infancia es un periodo donde se atraviesan constantes cambios en las aptitudes y capacidades tanto físicas, cognitivas y socio emocionales, por lo que es muy común y esperable la aparición de miedos. Estos miedos comunes pueden ser, por ejemplo, los terrores nocturnos, el miedo a la oscuridad, el miedo a quedarse solo o separarse de los padres/cuidadores, miedo a las tormentas, en los mas pequeños el temor a los ruidos fuertes, a los monstruos, payasos, o disfraces, entre otros. Podríamos decir que estos temores son, esperables, y parte del desarrollo de los niños. 

 

Aelem: ¿Cuándo este empieza a ser un problema?

 

L.B: El problema se presenta cuando el miedo del niño comienza a ser un obstáculo en el desarrollo de su vida, de sus actividades regulares, impidiéndole desenvolverse en su vida diaria. Por ejemplo, un niño que tiene tanto miedo de separarse de sus padres que no logra quedarse en la escuela. 

 

Aelem: ¿Cuál es nuestro rol como padres ante ellos? ¿Cómo los podemos ayudar?

 

L.B: Nuestro rol como padres es acompañarlos, contenerlos y brindarles la seguridad y el amor necesarios para poder desarrollarse e ir superando cada miedo. Es muy importante que podamos contenerlos y así transmitirles seguridad y tranquilidad a través de nuestra presencia, nuestros abrazos, expresiones verbales de afecto, explicaciones oportunas de lo que está pasando, escuchándolos, etc. 

Un punto muy importante es no sobreproteger. La sobreprotección genera que los niños no se crean capaces de resolver o hacer por sí solos, por lo que genera una baja autoconfianza. 

Por el contrario, somos de ayuda cuando, al mismo tiempo que los contenemos y acompañamos, dejamos que ellos vayan enfrentando temores y desafíos de a poco, un paso a la vez. 

Reforcemos y recordémosles siempre cuan capaces son, y que pase lo que pase, de alguna manera se resolverá.

Quitémosle el drama o la catástrofe a las cosas, de esta manera les ayudaremos a valorar las cosas de una mejor manera y eso hará que el miedo disminuya.

Enfrentemos nuestros propios miedos, ellos nos están mirando y aprenderán a que es posible superarlos y enfrentarlos con nuestro ejemplo, que siempre habla más fuerte que nuestras palabras. 

Dejemos espacio y asignemos pequeñas tareas para que realicen, sin estar encima, sin estar corrigiendo, que ellos experimenten sus capacidades, que puedan descubrir que sí pueden y, que de cualquier manera, siempre estaremos allí para ellos.