¿Por qué somos impulsivos?
La impulsividad es algo con lo que prácticamente todos de una u otra manera lidiamos y no siempre podemos resolver.

Hay acciones que cometemos de las cuales seguramente nos terminaremos arrepintiendo. Un conductor que se baja del auto para pegarle a alguien, una pareja que termina discutiendo y violentándose y así acciones impulsivas gobiernan a las personas.
Necesitamos tomar control sobre nuestras vidas y para ello es clave conocer cómo funciona la conducta la cual tiene tres instancias:
1- La primera instancia en la conducta se llama ideación. La ideación es una imagen o pensamiento que ya tenemos en nuestra cabeza. No dura prácticamente nada, apenas milisegundos.
Alguien te ofrece una cerveza y fuiste y la tomaste cuando estabas haciendo un tratamiento para dejar el consumo, pasaste por un negocio de ropa, viste una prenda que te gustó y entraste y la compraste con la tarjeta sin pensar que te habías determinado no seguir engrosando la deuda que tenías, o es el caso del chico al que le pusieron una mala nota y sin medir sus palabras insultó y agredió al profesor. La ideación que aquí aparece es: beber, comprar, golpear, etc.
2-La segunda instancia es el análisis de la ideación. Ésta dura un poco más y allí aparece una elaboración de pensamiento de la información que ya tenemos.
3- Por último, se encuentra la conducta propiamente dicha. Es el acto de ir y ejecutar una acción.
¿Cuál es el problema en las personas impulsivas? ¿Por qué el que se había determinado no tomar alcohol, no usar más la tarjeta o no faltarle el respeto al profesor termina haciendo eso que no quería? Sencillamente porque el impulsivo pasa de la ideación directamente a la conducta salteándose la segunda instancia que es la del proceso del análisis. Aparece la idea de golpear a alguien y no se analiza la acción a tomar, las consecuencias que puede traer o la posibilidad de resolver el conflicto de otra manera.
Son esas personas a las que en el momento de ira se les bloquea todo el sistema cognitivo, se activa solamente el sistema límbico (sacando a la corteza del medio), por lo que no hay análisis y la persona pasa directamente a la conducta.
¿Qué hacer cuando alguien no puede elaborar la ideación y recae en dinámicas de impulsividad?
Lo primero que debe comenzar a hacer esa persona es desconfiar de sí misma. ¿Cómo es esto? Tiene que asumir que es dominado por los impulsos y ante cada situación desconfiar de cómo lo va a resolver; aquí lo mejor que puede hacer ante cada acontecimiento que ponga en juego su debilidad es el famoso contar hasta diez. Luego de haber contado, la persona va a poder ejecutar una acción que no sea impulsiva y en la medida que esta dinámica se vuelva una práctica empezará a desarrollar la instancia del análisis la cual antes se salteaba.
Dejar de ser impulsivos es totalmente posible, sólo requiere esfuerzo y constancia.