Constancia, esfuerzo y valentía

Constancia, esfuerzo y valentía son recursos que si aprendemos a incorporarlos nos llevarán a una mejor confianza en aquello que podemos llegar a alcanzar.
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Hay un recurso psíquico sobre el cual he desarrollado muchas enseñanzas y hasta he escrito todo un libro en relación éste: la autoconfianza. La misma está relacionada a la capacidad mental que tenemos para enfrentar diversas situaciones de la vida cotidiana y nos va a permitir alcanzar objetivos y ser funcionales. 

No obstante, este recurso psíquico necesita de otros recursos para que podamos vivir los procesos de manera completa:

1. El primero tiene que ver con la constancia. ¿Por qué? Porque para desarrollar autoconfianza necesitamos practicar aquello sobre lo cual iremos creciendo en confianza, ejemplo: estudiar, comenzar un proyecto, relacionarme con las personas, etc. Para esto será necesario volver a tomar la misma decisión una y otra vez en la medida que vamos avanzando hacia un objetivo.

2. Luego viene otro recurso: el esfuerzo. Aquí no hago mención al esfuerzo físico sino a la capacidad de tolerar el cansancio mental que nos puede ocasionar una adversidad o una frustración.

3. Y por último tenemos a la valentía la cual nos va a permitir enfrentar aquello que estemos percibiendo como riesgo. Necesitamos asumir que el riesgo siempre va a existir, siempre vamos a contar con la posibilidad de fracasar o de que algo no salga como pretendíamos que saliera. Sin embargo, no debemos detenernos ante el riesgo ya que el fracaso ya forma parte de nosotros si no lo intentamos. Es por eso que la valentía es el único recurso que nos va a servir para asumir el riesgo. 

Constancia, esfuerzo y valentía son recursos que si aprendemos a incorporarlos nos llevarán a una mejor confianza en aquello que podemos llegar a alcanzar.