Vivir el camino

Vivir el camino nos permite desarrollar la auto-confianza. Hoy vamos a ver cómo vivir el camino, desarrollarnos, atravesar experiencias de vida, nos ayudarán a desarrollarnos y crecer
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En el libro El poder de la confianza", explico que la confianza es un recurso psíquico necesario para ejecutar acciones con cierto nivel de paz y de estabilidad emocional. Lo contrario sería moverse con ansiedad, es decir, vivir en estado de alerta que responde a la desconfianza frente a cada situación.

La confianza es un acto voluntario. En ella está implicada la creencia. Nadie pone su confianza en lo que no cree. Por lo tanto, la confianza es la que impulsa la ejecución de lo que creemos. La confianza necesita de ciertas bases para ser construida.
  • 1) Es un acto que se decide

    Implica acción y ejecución de lo que decimos creer. Se necesita la voluntad de confiar. No hay forma de desarrollar la confianza sin la decisión de hacerlo. Para ello se necesita decidir.

  • 2) Se necesita creer

    La creencia también es una decisión. Está íntimamente ligada a la confianza, pero es un acto de depósito de pensamientos positivos.

  • 3) Por último, y lo que nos trae de nuevo a nuestro tema, es el conocimiento. Se necesita conocer para confiar

    Si bien podemos confiar sin conocer, la confianza aumenta cuanto más conocemos. Cuando queremos aprender a confiar en nosotros, debemos aprender a conocer quiénes somos y qué podemos producir. No se puede conocer el camino que vendrá en el futuro, pero tenemos conocimiento del que estamos transitando en el presente. En la medida que vamos teniendo experiencias, almacenamos un cúmulo de información acerca de lo que nos gusta y de lo que no nos gusta, de lo que es peligroso y de lo que es seguro, de lo que nos dio buenos resultados y de lo que nos llevó al fracaso.

En función de esta información, tendremos cada vez más capacidad de tomar mejores decisiones para el futuro.

Esto es la auto-confianza, es decir, la capacidad de realizar acciones sabiendo que podemos hacerlo, que tenemos los recursos. Esa auto-confianza, además, repercute en nuestro entorno. La gente que nos rodea también nos observa, la que se aproxima sabe que sabemos. Todos tendemos a buscar seguridad, a acercarnos a personas seguras con quienes relacionarnos. Frente a situaciones difíciles, lo ideal es preguntarle a alguien que ya ha transitado ese camino.

Esto sucede cuando el recorrido otorga el título de la experiencia.

Para quien le toca vivir algo que nosotros ya hemos transitado con anterioridad y ve cómo cruzamos esas adversidades, nos convertimos en un referente. Vivir el camino te hace líder, te convierte en alguien confiable a quien seguir. Si uno se ha metido con las drogas, o tiene problemas con su pareja, o no sabe cómo bajar de peso, lo ideal es conversar con personas que han logrado vencer esos obstáculos.

Estas personas son las que se vuelven esenciales para el tránsito de los demás.

Por último, con el beneficio de la auto-confianza al transitar el camino, lo que viene tiene mucha más chance de ser resuelto mejor, debido a que la auto-confianza elimina los errores que provocan las dudas.

Un ejemplo es alguien que ha sufrido mucho en la vida por falta de familia y lo ha elaborado y resuelto bien. En el futuro, esta persona le dará un valor a su propia familia que en otras circunstancias no le hubiera dado. Y cuando se presente una dificultad, sacará recursos de su baúl de experiencias y podrá resolver el conflicto con mayor facilidad.

Bueno, espero que esta nota sea de utilidad para tu vida, y siempre recuerda que no todo se define por los resultados que obtengamos, sino que, lo que nos da mayor crecimiento y experiencia de vida, es la manera de conseguirlos.